domingo, 6 de marzo de 2016

Disfrutando del juego con olor a pan, relacionándonos con los objetos y sobre todo con los iguales , con aquellos que como dice Vicenç Arnaiz "llenamos nuestros huecos". Crear con placer, sin tensión, sin miedo al fracaso, concentrado, satisfecho , ayuda a su desarrollo, a su crecimiento. Juego simbólico en un terreno libre, lleno de oportunidades de transformación lúdica de la realidad. Construir con códigos diferentes , re-descubriendo, en nuevos espacios. Creando relaciones , enlaces entre los objetos, conexiones que le transportan a un mundo imaginario llenos de placer.

Elementos dinámicos, estáticos, colores diferentes ...pueden transformar el espacio de nuevo, creando lugares mágicos e inquietantes , alrededor de los cuales poder alterar la normalidad que nos invade cada día en las aulas.Las transformaciones del espacio en nuestro cubo pueden ser tantas !!! Entradas,linternas, CDs ...objetos que conforman umbrales, como el interior misterioso, que puede conducir a otro mundo del cual son limite y acceso , que reencontramos en los espejismos mágicos que hacen los discos.Reflejos de luz y de imagen , descubrir sus rostros y los de los otros en un espacio fantásticos.

Acompañar observando estos procesos de conocimiento jugando con los materiales y el espacio , es una de las satisfacciones más grandes que me da mi escuela. Crear escenarios de juego en pasillos, convertir espacios de paso en lugar donde podemos disfrutar todas las edades desde los niños de dos años hasta los de seis, se convierten en territorios conquistados. Un lugar de reencuentro, donde surgen búsquedas de intereses comunes y diferentes. la presencia de la sal , equivalente a la arena, hace posible un juego placentero y relajado, con posibilidad de movimiento libre, respetando la necesidad del niño. Al deambulear por el espacio lo transforma y se apropia estéticamente de él. El niño habita el espacio y le da sentido, simboliza trenes, coches... con coladores. Crea dando sentido, se comunica con su igual, realiza acuerdos y organiza el espacio bajo su independencia respecto a el adulto, que aquí, es un acompañante.

En este viaje al cubo, conquistamos un nuevo espacio construyendo y creando con objetos diferentes (fosforescentes), diseñando nuevos territorios de juego.Cuidamos el ambiente , los objetos,la estética surge, forma parte de la vida, emerge en la escuela a partir de un dialogo con los objetos. Aquí, el cubo, como diría Alfredo Hoyuelos , "cumple para el educador las tres funciones primordiales complementarias:por una parte, construir ámbitos habitables , por otra, construir escenarios de juegos espaciales y por último , observar atentamente como los niños se desenvuelven en dichos escenarios"