sábado, 25 de enero de 2025



La caída natural o fortuita de las hojas, la poda, el paso del tiempo…nos ofrece una maravillosa oportunidad para que la infancia manipule y sienta.

Realizar “desplazamientos” y llevar a sala lo que nos entrega la naturaleza y ubicarlo fuera de sus lugares nativos ofrecen perspectivas y ángulos donde la belleza se torna singular y única, todo es observado y manipulado desde el cuerpo, por el cuerpo y para el cuerpo

                             

La naturaleza, la cultura y la estética se entrelazan en un juego sin fin.





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