martes, 9 de febrero de 2016

El carnaval supone un momento especial para los niños. Por una parte, es una buena motivación para trabajar contenidos del currículo de muy diversas formas, por otra, en los niños se despiertan sentimientos, emociones y necesidades que son tan importantes o más. En ocasiones este es un buen momento para sacar los trajes "comerciales" y la escuela pasa a ser un observatorio de las desigualdades. Como dice Félix López Sánchez somos emocionales, tenemos afectos y el mundo emocional es muy complejo .En estas relaciones emocionales nos jugamos el bienestar y una oportunidad para sentirnos iguales. Somos muy vulnerables y podemos sufrir inútilmente cuando en las relaciones nos hacemos daño marcando diferencias. Mi corazón empático hizo que pensara en este escenario, necesite compartir mis emociones, ¡qué mejor que vivirlas juntas! Participar en la fiesta de la misma forma pudiendo ser pirata , princesa,... cazador o lobo, tanto un niño como una niña. Pretendí dar la oportunidad de poder inventar jugando libremente y acompañado de amigos Construir un auto concepto saludable, crear más de un juego con el mismo objeto lo importante es "no ser los propietarios de disfraces " si no que exista una igualdad de oportunidades entre los sexos ,capacidad económica o cultural. Aunque en esta edad los niños y niñas no son autónomos debemos, desde la educación como consumidor, desarrollar en ellos actitudes críticas por la influencia publicitaria. Mediante este juego hemos intentado trabajar la construcción del auto concepto y la autoestima evitando la aceptación de roles y estereotipos, valores o comportamientos sexistas. Tratando la maternidad y paternidad, así como las tareas domesticas como tareas compartidas aceptando la propia identidad sexual y de las diferencias y características de los demás.

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