Gracias a Beatriz por hacernos sentir vulnerables,
por recordarnos que la vida es un abrazo, un mestizaje de culturas, un
entramado donde la diferencia te arropa y te acaricia.
Gracias por ser la
hilandera que nos ha permitido hacer esta pequeña colaboración en un proyecto
tan grande como solidario.
Generar un espacio lúdico para la plataforma ciudadana Sanse-Alcobendas ha sido un placer desde donde abrazar no solo a la infancia sino a todos los seres que con pleno derecho habitamos un pedacito de tierra.